
¿Cómo hacer una mudanza de una manera económica?
Tanto si contratas una empresa de mudanzas como si realizas el traslado por tu cuenta, te vendrán bien estos consejos.
A la hora de iniciar una mudanza es importante tener claro una serie de conceptos que te ayudarán a elegir la mejor opción. ¿Qué consideras más importante: el dinero o la comodidad? No hay por qué alarmarse, puede ser una mezcla de ambas. En esta galería de imágenes vamos a darte una serie de recomendaciones que te ayudarán a la hora de trasladar los objetos en esta nueva etapa de tu vida de la forma más económica posible.
Las empresas de mudanzas son la opción más cómoda y también puede ser la más segura, puesto que aquellas que están registradas tienen seguros que cubren las pérdidas o los daños que pudieran ocasionarse. Tiene que haber un correspondiente contrato firmado o la factura correspondiente.
Una de las opciones que se plantean para abaratas costes, en caso de que elijas este tipo de compañías, es el transporte combinado. Si es necesario trasladarse de ciudad, puede ser una excelente opción, ya que aprovecharán el viaje para acudir a distintos sitios. Será preciso, en ese caso, una mayor flexibilidad en las fechas, porque tendrán que hacer coincidir dos o varios destinos.
En el caso de mudanzas interprovinciales, el precio del servicio se incrementará en función de la distancia, siendo mayor si hay que abandonar la península, puesto que tendrá que abonarse también el coste del ferry o del avión. Otra opción, si no tienes el transporte adecuado, será alquilar por ti mismo vehículo, en cuyo caso tendrás que comparar precios entre las empresas especializadas.
Los costes en los que se basa una mudanza tienen que ver, al margen de la distancia, con el embalaje de contenidos, desmontaje, carga, descarga, montaje y, en el caso de que se solicite, colocación de los objetos. Todo de lo que nos ocupemos nosotros en este sentido, repercutirá en una considerable reducción de las tarifas. También será mejor contratar a una empresa que facture por volumen, que aquella que lo haga por peso, porque se podrá aprovechar el espacio interior de los muebles o de enseres grandes para meter otros.
Aquí tienes ocho recomendaciones para hacer una mudanza de la manera más económica posible.

La organización es la clave para ahorrar costes. Coge lápiz y papel, o ratón y ordenador, y elabora una lista de objetos. Puedes organizarlos por habitaciones de destino o por volumen (podrás meter dentro de los más grandes enseres más pequeños).

Es el momento de apartar al Diógenes que todos llevamos dentro y deshacerte de cosas que tienes ahí “por si algún día…”. Es posible que entre esos “incunables” haya algo de relativo valor que puedas venderlo en alguna plataforma de segunda mano. Siempre hay un roto para un descosido.

Si tus amigos te han dado la espalda aunque les hayas ofrecido un suculento café con pastas o un refresco con patatas fritas, es el momento de contactar con compañías de mudanzas y pedirles un presupuesto por escrito. Compara esos precios y condiciones y plantea si debes volver a tu idea inicial y “estirarte” con esos amigos que nunca fallan…

No hace falta que seas Marie Kondo ni un tiquismiquis de la organización, pero un cierto orden es fundamental para hacer la mudanza, ya sea por tu cuenta o a través de una empresa. En este último caso, puede ayudarte si has pedido presupuesto y viene el comercial a hacerte una estimación, que será mucho más ajustada.

Es un servicio que te ahorrarás si has encargado el servicio de mudanza. Y si no los has encargado, es totalmente necesario también. Cajas de cartón que puedas obtener de negocios locales, bolsas de basura resistentes, papel burbuja para los objetos más frágiles y cinta aislante. Es un trabajo que evitas a los profesionales y, por tanto, el precio también se reducirá.

La fecha también es importante. En el caso de que necesites hacerla en fin de semana, deberás aflojar algo más el bolsillo, porque suelen ser más caras. Si no tienes problemas, escoge un día entre semana para ahorrar costes. Lo mismo sucede con las épocas del año. Hay más mudanzas en períodos de vacaciones escolares (en caso de que tengas niños de esa edad), y en verano. Si puedes, evita esos días.

Deja a la empresa de mudanzas los objetos de mayor peso y/o volumen y transporta por tu cuenta aquellos que sean más pequeños o delicados, que en muchos casos también llevan sobrecoste por su valor. Además, en el caso de que la facturación sea por volumen, y no por peso, puedes meter objetos más pequeños dentro de otros más grandes y reducir el número de bultos.

Como tantas veces he escuchado a mi padre mientras comíamos y me levantaba a coger algo a la cocina: “Ya que vas, llévate algo”. Fundamental aprovechar esos viajes que tenemos que hacer por cualquier motivo o cuando hayamos quedado con alguien en la vivienda (pintor, instalador de muebles, albañil, …) para ir trasladando objetos.