
Las materias primas más codiciadas en la UE
La Comisión Europea clasifica desde el año 2011 aquellas materias primas que son cruciales para la Unión Europea.
En nuestra vida diaria estamos rodeados de productos fabricados con metales, minerales y materiales naturales. Estas materias primas, que son vitales para la economía y que presentan un alto riesgo en el suministro, se denominan materias primas fundamentales y son esenciales para el funcionamiento y la integridad de una amplia variedad de ecosistemas industriales.
Gracias al galio y el indio podemos encender nuestras bombillas LED, que contribuyen al ahorro energético. El wolframio es el encargado de que los teléfonos vibren, mientras que los semiconductores requieren silicio metálico. Para las pilas de combustible de hidrógeno y los electrolizadores se necesitan metales del grupo del platino, por poner varios ejemplos.
Hay muchos de ellos que se utilizan para fabricar productos más respetuosos con el medio ambiente, como el aluminio, cobalto, hierro, plomo, litio, manganeso y níquel.
La enorme necesidad de recursos (energía, alimentos y materias primas) está sometiendo al planeta a una presión extrema y es la responsable de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero y de más del 90 % de la pérdida de biodiversidad y del estrés hídrico, según un informe de la Comisión Europea.
Este organismo señala que para garantizar la seguridad de recursos es preciso actuar con objeto de diversificar el suministro procedente tanto de fuentes primarias como secundarias, reducir las dependencias y mejorar la eficiencia de los recursos y la circularidad, lo que incluye diseñar los productos de manera sostenible. Esto vale para todas las materias primas, incluidos los metales de base, los minerales industriales, los agregados y los materiales bióticos, pero es aún más necesario en lo que respecta a las materias primas que son fundamentales para la UE.
La última lista de la Unión Europea para 2020 contiene un total de treinta materiales, frente a los catorce de la clasificación de 2011, los veinte de 2014 y los veintisiete de 2017. Veintiséis materiales permanecen en esta selección, mientras que la bauxita, el litio, el titanio y el estroncio se incorporan a ella por primera vez.
En la siguiente galería de imágenes te mostramos cuáles son las materias primas más codiciadas en la Unión Europea. La mayor parte de la producción se encuentra fuera de este territorio.

Son 17 elementos químicos, cuyos usos más comunes son los destinados para las energías renovables, móviles, ordenadores o medicamentos. De ellas, el metal más escaso es el itrio, necesario para el láser y los imanes. El principal productor mundial es China (86 %), junto a Australia (6 %) y Estados Unidos (2 %).

Es una de las materias primas más respetuosa con el medio ambiente. La nota negativa es que un 59 % del cobalto que se consume en todo el mundo procede de uno de los países más pobres, la República Democrática del Congo (RDC), donde la corrupción y el trabajo infantil están a la orden del día.

Se extrae del coltán y es el mineral más deseado por las compañías electrónicas. Al igual que el cobalto, su uso trasciende los límites de la ética por las condiciones laborales de trabajadores que son explotados. Los principales productores mundiales son la República Democrática del Congo (33 %) y Ruanda (28 %).

Su uso es extendido para la producción de baterías, vidrio, cerámica y en la metalurgia del aluminio y el acero. Chile (44%) y China (39%) son los principales fabricantes.

China acapara la producción mundial de esta materia prima, con un 89 %. Se utiliza principalmente para aleaciones ligeras para automóviles, electrónica, envases o construcción.

Utilizado principalmente para neumáticos y componentes para maquinaria y artículos de hogar, el caucho natural se extrae principalmente en Tailandia (33 %), Indonesia (24 %) y Vietnam (7 %).

Brasil es el principal productor mundial, con un 92 %, por delante de Canadá, con un 8 %. Se emplea para acero de alta resistencia y superaleaciones para el transporte y las infraestructuras, así como para aplicaciones de alta tecnología (condensadores, imanes, superconductores, etc).

Empleado principalmente para aleaciones ligeras de alta resistencia para aplicaciones aeronáuticas, espaciales y de defensa, también se utiliza para aplicaciones médicas. China (45 %), Rusia (22 %) y Japón (22 %) son los principales productores mundiales.