
Los pueblos más bonitos del mundo
Te mostramos aquellos pueblos pequeños y poco conocidos que destacan por su incomparable belleza.
Hay majestuosas ciudades con impresionantes edificios, llenas de vida y con multitud de posibilidades para el ocio. Pero hay otras opciones más románticas, más mágicas, más tranquilas y con una belleza sin igual, como esos frascos de perfume que dan cobijo a la mejor de las fragancias.
El blog de viajes ‘Road Affair’ ha seleccionado los pueblos más bonitos del mundo, en una lista que demuestra las particularidades de estos lugares, diferentes a lo que nos podamos imaginar y con su propia historia. Estos enclaves, que destacan por su singularidad, merecen la pena ser visitados y engrosarán sin duda los mejores álbumes de fotos, decorando también las redes sociales del turista.
En este catálogo podemos ver incomparables marcos de todo tipo. Desde pueblos construidos con ladrillos de arcilla en el sur de Marruecos, hasta floridos campos de lavanda en Francia, que sirven como “alfombra” a la entrada de un pueblo con castillo medieval. Da igual que se encuentren en la montaña, en la costa, en un valle o en lugar recóndito, pues todos ellos cumplen con los principales y más valiosos estándares de belleza.
Alguno de estos pueblos ha servido también como ruta comercial, como es el caso del marroquí Ait Ben-Haddou, ubicado cerca de las montañas del Atlas. Históricamente fue un punto de paso de los antiguos comerciantes, que atravesaban la Ruta Comercial del Sáhara y cruzaban la ciudad transportando especias y oro de camino a otras poblaciones.
Por lo que respecta a España, el primer pueblo en aparecer en esta clasificación es el malagueño Júzcar, anteriormente conocido como 'pueblo blanco' por sus paredes encaladas. En 2011 la multinacional Sony llegó a un acuerdo con representantes de la aldea para pintar la ciudad de azul y llamarla 'La Aldea Pitufa', como parte de la promoción de su próxima película: Los Pitufos. Desde ese momento, las paredes de la población han mantenido ese color.
A continuación, te ofrecemos en nuestra galería de imágenes aquellos pueblos que destacan por su incomparable belleza y encanto. Prepara tu cámara de fotos o dispositivo móvil y serás la envidia de tus amigos en redes sociales. ¡Adelante!

Construido con ladrillos de arcilla, Ait-Ben-Haddou es un pueblo del sur de Marruecos, ubicado en un valle cerca de las montañas del Atlas. Esta localidad era un punto de paso de los antiguos comerciantes, que atravesaban la Ruta Comercial del Sáhara y pasaban por la ciudad llevando especias y oro de camino a otros lugares.

Al pie del monte Haku-san se encuentra este tranquilo pueblo de montaña, con sus campos de arroz ondulantes y su río. Destaca también por sus casas de campo tradicionales con techo de paja, algunas de las cuales tienen más de 250 años, de las pocas de este estilo que quedan en pie en Japón.

Con unas espectaculares vistas del puerto Ammoudi y de la caldera Santorini, emerge este pueblo con hermosas iglesias con cúpulas azules, varias galerías de arte y un laberinto de pequeñas tiendas.

Ortahisar se distingue de los pueblos de su alrededor, cada vez más turísticos, como un lugar rústico y con encanto. Sus cuevas subterráneas y el castillo de Ortahisar de 78 metros de altura tallado en piedra son algunas de sus marcas de identidad.

Las ‘Cinco Tierras’ es el nombre conjunto para cinco pueblos de pescadores, que tienen en común espectaculares senderos costeros y de montaña. Sus edificios destacan por su arquitectura clásica.

Entre olivares y campos de lavanda preside una colina este hermoso pueblo de estrechas calles empedradas y casas de piedra, con un castillo medieval y el florido jardín de la Abadía de Valsaintes.

Ubicado entre Hallstätter See y las montañas de Dachstein se encuentra Hallstatt, el pueblo más antiguo de Austria, que cuenta con hermosas iglesias antiguas, un lago salado subterráneo y un museo con artilugios de 7 000 años de antigüedad. Destaca también por su lago con forma de vidrio frente a altísimas montañas.

Este pueblo fue un decorado de película de los años 80. Abandonado poco después de la grabación del musical Popeye de 1980, que protagonizaba Robin Williams, esta villa alberga pintorescos y coloridos edificios de madera.